viernes, 1 de agosto de 2008

Galeria de ASESINOS



Estos son algunos de los asesinos más notorios que tuvimos en América latina, la lista sería larguísima pero de a poco la iremos armando para las generaciones futuras, para nuestros hijos, para que la historia se escriba con justicia, soberanía y libertad:

1. Fernando Verplaetsen
2. Luciano Benjamín Menéndez
3. Alfredo Astiz
4. Antonio Domingo Bussi
5. Miguel Osvaldo Etchecolatz
6. Augusto Pinochet Ugarte
7. Alfredo Stroessner






Fernando Verplaetsen
Tiene 81 años, fue jefe de Inteligencia del Comando de Institutos Militares con base en Campo de Mayo. Conducía los trabajos de inteligencia y comandaba a los grupos de tareas y los torturadores que actuaron en El Campito. Este fue uno de los 4 centros clandestinos de detención y tortura que funcionaron dentro del predio de Campo de Mayo, El campito fue el mayor de los cuatro.

El general (R) Fernando Verplaetsen era el máximo responsable de los secuestros, homicidios, torturas y fusilamientos cometidos en el centro clandestino El Campito. Fue jefe de la Policía Bonaerense en los últimos años de la dictadura. Fundó Aunar (Asociación Unidad Argentina), en 1993, "... en defensa de valores patrióticos de tradición e integridad territorial" una asociación que en misas y reuniones continúa reivindicando “la lucha contra la subversión”. Está integrada a través de diez filiales por oficiales retirados de las fuerzas de seguridad y por civiles. Su vicepresidente tercero era el periodista Carlos Manuel Acuña.

El juez federal de San Martín, Alberto Suares Araujo que entiende en la megacausa Riveros, lo puso al tanto de las desapariciones y asesinatos que se le imputan y ordenó su detención en la Unidad 34 del Servicio Penitenciario, ubicada en la prisión militar de Campo de Mayo.

Verplaetsen se negó a declarar y acompañado por su abogada, solicitó el beneficio de la prisión domiciliaria, que aún no fue resuelta. Verplaetsen figuraba entre los principales casos impunes en la causa Campo de Mayo.

En 1995, un ex sargento de nombre Víctor Ibáñez reconoció por primera vez ante la prensa las atrocidades que allí cometía el Ejército. En el libro Campo Santo, de Fernando Almirón, el militar “arrepentido” nombró a Verplaetsen como “el jefe” de El Campito. Después de ser el dueño de la vida y la muerte en ese centro clandestino, Verplaetsen sucedió a Ramón Camps en la jefatura de la Policía Bonaerense. Desde su nuevo cargo, felicitó a los tres policías que asesinaron en mayo de 1983 a los militantes Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi. Entre ellos estaba Luis Patti. “Yo creo que actuaron bien”, dijo.

En el último tramo de la dictadura, Verplaetsen mantuvo una estrecha relación con el peronista ortodoxo Herminio Iglesias, quien le habría prometido su continuidad al frente de la Policía Bonaerense en caso de que triunfara la fórmula Luder-Bittel. Según denunció Raúl Alfonsín, esta relación formaba parte de un “pacto militar-sindical”.

Ya en democracia, el presidente Alfonsín lo benefició con la Ley de Punto Final. Impune, decidió fundar la Asociación Unidad Nacional Argentina (Aunar), integrada por militares y miembros de fuerzas de seguridad retirados y civiles. Desde allí desafió al entonces jefe del Ejército, Martín Balza, luego de su autocrítica militar. Balza ordenó su detención por veinte días.

En 1995, el general Fernando Verplaetsen, fue uno de los tres altos jefes militares arrestados como consecuencia de una carte de lectores dirigida al diario LA NACIÓN. La carta contenía críticas al entonces ministro de Defensa, Oscar Camilión. Los otros dos firmantes fueron el contramirante A. J. Fernández y el brigadier Jorge van Thienen. Los tres oficiales superiores, en
la nota habían acusado al mínistro de Defensa de transferir responsabilidades por la catástrofe de Río Tercero y firmaron al pie como principales autoridades de la Asociación Unidad Argentina (Aunar).

Verplaetsen y su mujer continuaban organizando misas “por los camaradas caídos en la justa guerra contra la guerrilla marxista-leninista y por el obispo Baseotto”.






Luciano Benjamín Menéndez
(alias "Cachorro"), fue Comandante del Tercer Cuerpo del Ejército desde septiembre de 1975 hasta septiembre de 1979. Esta repartición tuvo epicentro en Córdoba, pero abarcaba a 10 provincias del Noroeste y Cuyo. Su jurisdicción comprendía a Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. También tuvo el control operativo de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en el territorio de la zona 3.

Fue responsable de todos los campos de concentración que funcionaron en las provincias que abarcaba el III Cuerpo, entre ellos "La Perla" (a 15 km. de Córdoba, por donde pasaron más de 2.200 personas durante el período de la Dictadura). Supervisó y dirigió personalmente las torturas y los fusilamientos.

No fue beneficiado por la Ley de Obediencia Debida y se hallaba inculpado en cerca de 800 causas. En 1988 fue procesado por 47 casos de homicidio, 76 de tormentos, 4 de ellos seguido de muerte y 4 sustracciones de menores, la Corte Suprema lo desprocesó entonces en conformidad con la
Ley de Punto Final pero quedaron algunos procesos pendientes.
En 1990, Menem lo indultó días antes de que se iniciara el juicio en su contra. En 1998 creó un partido fascista llamado Nuevo Orden Republicano, que actualmente se reúne en la ciudad de Córdoba.

A mediados de 1998, se reabrió una causa penal por 30 fusilamientos y asesinatos de presos políticos cometidos en 1976. Menéndez fue detenido por unos días, por negarse a declarar en esta causa, pero fue dejado en libertad a los pocos días. Desde entonces, ha habido denuncias de amenazas a testigos.

Menéndez tiene aproximamente 70 años, 1,75 m. de estatura, contextura media, cabello completamente cano, cejas negras y espesas. Vive en la calle Ilolay 3269, Barrio Bajo Palermo. Impune por la
Ley de Punto Final y por los decretos de Indulto. (1)






Alfredo Astiz
El hombre con rostro de muchacho, ojos azules y fino cabello rubio, que entre septiembre y octubre de 1977 aparecía muy seguido por la iglesia Santa Cruz en Buenos Aires, fue recibido con los brazos abiertos. Su apariencia despertaba confianza. Allí se reunían regularmente las madres cuyos hijos habían sido secuestrados por las Fuerzas Armadas, para hablar sobre su situación y buscar soluciones. También estaban presentes las monjas francesas Alice Domon y Leonie Douquet. Nadie sospechaba en lo más mínimo las intenciones diabólicas de aquel joven reservado , bien parecido y de buenos modales, que decía ser Gustavo Niño y buscar a su hermano desaparecido.

Nadie podía imaginar que Gustavo Niño era en realidad el Capitán de Fragata Alfredo Astiz, y que dirigía la tristemente célebre grupo de inteligencia 3-3-2 de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de tortura y muerte de la dictadura militar en Argentina. En lugar de temerle, las madres estaban preocupadas por la vida de Gustavo, el amable. "Por favor, cuidate mucho, es muy peligroso para vos venir a estas reuniones, sos tan joven todavía", le aconsejaban. Astiz también participaba todos los jueves de los encuentros y rondas de las "Madres" en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno Argentino. Las "Madres" manifestaban pacíficamente con sus vueltas a la Plaza , para reclamar la aparición de sus hijos y el castigo a los culpables. Astiz pasaba obedientemente toda información a sus superiores.

"Astiz es un Judas", dijo una vez Hebe de Bonafini, la presidenta de las "Madres de Plaza de Mayo". Varias personas que se reunían en la iglesia Santa Cruz, entre ellas las monjas francesas Domon y Douquet, así como la fundadora de las "Madres", Azucena Villaflor, fueron secuestradas por los genocidas después de haber sido espiadas por Astiz. Especialmente pérfida fue la traición a Azucena Villaflor. Astiz le dio un beso en la mejilla antes de entregarla a sus captores.

No más de un año más tarde, Astiz, alias "ángel rubio", Cuervo o Eduardo Escudero, trató de infiltrarse entre los argentinos exiliados en París, sin lograrlo. Luego del descubrimiento de su falsa identidad, viaja a España. Llegó a perfeccionar hasta lo indecible su técnica de tortura en la ESMA, donde habría atormentado a cientos de seres humanos. Les colocaba electrodos sobre la piel y les aplicaba fuertes electroschocks. Según apreciaciones de las organizaciones de derechos humanos, casi 5.000 personas sufrieron semejantes torturas en la ESMA, y sólo unos pocos lograron sobrevivir.

Astiz fue acusado en 1987, pero pudo sacar provecho de las "Leyes de Perdón" poco después, ya que las mismas excluían acusaciones contra su persona. En 1996 un Comandante en Jefe llegó a proponer su promoción, pero ésta fue denegada por el gobierno argentino. Astiz pasó oficialmente a retiro y siguió trabajando para los servicios secretos de la Marina. Lo expresado por Astiz en una entrevista realizada en 1998 por la revista "Tres Puntos" le provocó su hasta ahora único castigo. Se permitió declarar con orgullo al semanario: "Soy el hombre mejor capacitado para matar políticos y periodistas de toda la Argentina". Después de eso se lo condenó a tres meses de prisión y fue expulsado de la Marina. Cada vez que aparecía en público, la gente común se aglomeraba a su alrededor para tirarle con tomates y huevos, y gritarle "¡Asesino!".

La justicia argentina reabrió el caso de la ESMA, en el cual se encuentran documentadas más de 300 denuncias contra 17 personas, entre ellas Astiz. La presión internacional también pesó, ya que además de España, también Francia, Italia y Suecia estuvieron interesadas en la extradición del ex militar. Un jurado de París condenó en 1990 a Astiz en ausencia por el crimen de las dos monjas francesas. También hay demandas en Italia y en Suecia. Astiz mató de un tiro en la nuca a la ciudadana sueca Dagmar Hagelin, y también torturó a ciudadanos de origen germano.

Aunque los querellantes han solicitado que los ex represores sean alojados en cárceles comunes, el juez federal Sergio Torres a cargo de la denominada "Megacausa Esma" no hizo lugar a ese pedido y mantiene a Astiz y a sus camaradas acusados como él de delitos de lesa humanidad en dependencias de la Marina.

Aquejado de una grave enfermedad, el ex represor ha recibido tratamiento médico en el hospital Naval, ubicado frente al Parque Centenario del barrio porteño de Caballito.






Antonio Domingo Bussi
(Victoria, Entre Ríos, 17 de enero de 1926) es un militar y político argentino. Comandó el Operativo Independencia, por el cual el Ejército Argentino combatió, contra las guerrillas revolucionarias en la provincia de Tucumán, y gobernó la provincia después del golpe que dio inicio al Proceso de Reorganización Nacional.

Al regreso de la democracia, fue acusado de secuestro, asesinato y peculado por las actuaciones realizadas, pero se benefició de la Ley de Punto Final que impidió su procesamiento. A partir de 1987 comenzó una carrera política, reflotando el partido Defensa Provincial - Bandera Blanca; lograría en 1995 ser electo gobernador de Tucumán por éste. Fue electo diputado al fin de su mandato, pero la Cámara rechazó su nombramiento; poco después, fue detenido por varios centenares de causas por delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de la guerra sucia




Miguel Osvaldo Etchecolatz
fue Comisario general de Policía de la provincia de Buenos Aires, donde se convirtió en la mano derecha del jefe de la Policía Bonaerense general Ramón Camps.

En virtud de su cargo, fue responsable de 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la mencionada provincia, en los que fue visto reiteradamente. Entre estos se encontraron el Pozo de Quilmes, el COT1 Martínez y la División Cuatrerismo de La Plata (Arana). También fue responsable por la "Noche de los Lápices".

La Cámara Federal lo condenó a 23 años de prisión por encontrárselo responsable de 91 tormentos cometidos durante su actuación como director general de Investigaciones de la Policía bonaerense. Fue liberado cuando la Corte Suprema de Justicia le aplicó
la ley de obediencia debida.

En Mayo del 2000, el juez federal Humberto Blanco inició un proceso contra Etchecolatz por el homicidio de Diana Teruggi, el 24 de noviembre de 1976 y la desaparición de su bebé, Clara Anahí Mariani; la privación ilegítima de la libertad, la aplicación de tormentos y el homicidio calificado del fiscal Antonio Bettini y su suegra, Mercedes Houerquebie de Francese, Ambrosio Francisco de Marco, Patricia Graciela Dell 'Orto (también la violación de esta joven), Elena Arce, Nora Formigo y Margarita Delgado y la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos de Jorge López y de Nilda Eloy. Nunca fue juzgado ni amnistiado por estos delitos (y muchos otros).

Era vicepresidente de ANIDAR (un grupo fascista de militares retirados, represores y skin heads). Vivía en Av. Pueyrreón 1035 9° A, Buenos Aires, Argentina. Tel 4962-4672

Con una sala colmada de público y cientos de personas que quedaron fuera del recinto, el presidente del Tribunal, Carlos Rozanski, dio lectura al veredicto del juicio oral contra el ex Director de Investigaciones de la Policía provincial, Miguel Osvaldo Etchecolatz. Por unanimidad, los jueces condenaron al represor a prisión perpetua, por su responsabilidad en privaciones ilegales de la libertad, torturas y homicidios, pero enmarcándolos expresamente bajo la figura del genocidio, tal como habían solicitado los querellantes en sus alegatos. Además, el Tribunal resolvió que Etchecolatz cumpla su condena en una cárcel común: el penal de Marcos Paz, en donde está detenido desde que perdió el beneficio del arresto domiciliario a comienzos de este juicio, en junio 2008.

Se trata de una condena histórica: es la primera vez que un Tribunal incluye la figura del genocidio en la parte resolutiva de una sentencia. Es decir, que es el primer reconocimiento jurídico concreto de que en Argentina se perpetró un genocidio durante la última dictadura cívico-militar. Esto sienta un precedente que seguramente afectará la instrucción de todas las causas abiertas —y por abrir— sobre los delitos cometidos durante el terrorismo de Estado. A partir de ahora, existe un antecedente que podría permitir que otros cientos de represores de toda jerarquía sean indagados, procesados y condenados por este delito. Es el primer paso para superar los procesos judiciales contra imputados aislados y por hechos fragmentarios, y para avanzar en juicios unificados, que reconozcan el carácter coordinado y sistemático de la represión ilegal. (3)






Augusto Pinochet Ugarte
nació en 1915 en Valparaíso. A los 17 años eligió la carrera militar. En octubre de 1972, fue nombrado comandante en jefe, con carácter interino, de las Fuerzas Armadas chilenas. Había una conflictiva situación política y económica con manifestaciones y huelgas cotidianas. En agosto de 1973, Pinochet es confirmado a la cabeza del Ejército.

Nunca se había pronunciado contra el gobierno de Salvador Allende, pero el 11 de septiembre de 1973 Pinochet lideró un golpe de estado "para liberar al país del yugo marxista". Un año más tarde, el 27 de junio de 1974, era ya el Jefe Supremo de la Nación.

El 17 de diciembre fue nombrado presidente de la República. El 11 de marzo de 1981 asumió la Presidencia de la República por un periodo de ocho años tras jurar y acatar la nueva Constitución.

Estuvo en el poder hasta 1990. Fueron años de una dictadura feroz: miles de detenciones, desapariciones, secuestros, torturas... todo en un contexto económico que complicó la subsistencia de las clases media y baja, provocando innumerables protestas.

En agosto de 1988, Pinochet fue designado por la Junta Militar candidato único a la Presidencia para el plebiscito del 5 de octubre de ese año, por el que se proponía su mantenimiento en el poder desde 1989 hasta diciembre de 1997.

Un 55,2% de los chilenos votó a favor del NO, y un 42% de los chilenos votaron Sí. El día 25, Pinochet anunció que dejaría el poder en 1990, aunque permanecería como jefe del Ejército.

En 1990, el dictador entregó la presidencia a Patricio Aylwin, vencedor de las elecciones democráticas.
Pero Pinochet continuó como comandante en jefe del Ejército hasta marzo de 1998, momento en que pasó a ser "senador vitalicio".

Desde que dejó la Presidencia, Pinochet sorteó diversos episodios, como acusaciones de corrupción contra miembros de su familia, los hallazgos de fosas clandestinas con víctimas de la represión o la publicación del informe Rettig, que puso de manifiesto los abusos contra los derechos humanos cometidos por sus servicios de seguridad.

En 1998, y a petición de la justicia española, Pinochet fue detenido en Londres. Finalmente, tras días de incertidumbre, el dictador no fue extraditado a España. Regresó a Chile. Sin embargo, en su país también se multiplicaron las iniciativas para procesarle y que así diera cuenta de los crímenes perpetrados durante su gobierno. De hecho, poco a poco, Pinochet fue desaforado en varios de los casos. De ese modo, sin inmunidad parlamentaria, el dictador podía ser juzgado. Su estado de salud, siempre alegado por su defensa, lo impidieron.

En marzo de 2006, Michelle Bachelet, una mujer que fue detenida y torturada durante la dictadura, asumió la presidencia del país. El 10 de diciembre de 2006, Augusto Pinochet sufrió un infarto y se murió.

Los seis familiares de Augusto Pinochet (su viuda y cinco hijos) y los 17 miembros de la cúpula militar más cercana al dictador formaron junto al difunto general una tupida red de 125 cuentas bancarias y una docena de sociedades con el fin de ocultar el origen de 20 millones de dólares (14,4 millones de euros) para los que no hay explicación.

El juez Carlos Cerda, que instruye la causa, presume que salieron de los gastos reservados del Estado, para los que no existía escrutinio. Esos fondos sirvieron, según el auto del juez, para engordar las cuentas exteriores y pagar todo tipo de gastos personales.

Los responsables de manejar los fondos reservados cursaron "numerosas y permanentes órdenes de entrega de dinero de esta naturaleza", señala la resolución. Estos fondos del Estado eran gastos reservados para la Presidencia de la República, la Casa Militar y la comandancia en jefe del Ejército en labores del Estado.

Sin embargo, a petición directa de Pinochet o sus secretarios privados se "convirtieron en propiedades, construcciones, pagos de salarios a obreros y operarios por labores de índole privada de Augusto José
Ramón Pinochet Ugarte y su entorno, explotación agrícola, sustento de parientes y cercanos", afirma el fallo.

Gran parte de las operaciones sólo tuvieron sentido para evitar que se supiera que Pinochet estaba detrás. En una de ellas, un secretario del ex dictador, Juan Mac Lean, envió dinero a Miami para otra secretaria, Mónica Ananías, quien cambió y depositó los fondos en Washington, "y todo en beneficio de los Pinochet, actuando con identidades incompletas".

La telaraña de cuentas y movimientos comienza en noviembre de 1981, en plena dictadura, cuando los hoy generales retirados, y detenidos, Jorge Ballerino y Ramón Castro, abrieron la cuenta corriente número 35.041 en el Riggs Bank Miami. Ahí se depositaron, sólo en el año 1982, 959.000 dólares provenientes de gastos reservados de la Casa Militar. Para justificar el uso de estos fondos bastaba con un certificado que dijera que habían sido "bien invertidos".

Desde esa cuenta se extienden los hilos. Hay transferencias mensuales por 2.515 dólares a la esposa de Augusto Pinochet Hiriart, hijo mayor del ex dictador. Pero la mayor parte, 1,1 millones, fue transferida a John Long, nombre falso de Ballerino, a otra cuenta, la 45.052-8, que abrió en 1984 en el mismo banco.


EL PAPA JUAN PABLO II JUNTO A PINOCHET
Paraísos fiscales

Dos semanas después de perder el plebiscito de 1988, que implicaba dejar el poder, Augusto Pinochet suscribe un acta de pignoración (entrega de valores en prenda para garantizar un crédito) con el Banatlántico Zúrich.

Éste le otorgó derechos sobre la cuenta 5.190-30, a nombre de Rapi (por su tercer nombre, Ramón, y su apellido, Pinochet). La cuenta tenía entonces 2,6 millones de dólares (1,8 millones de euros). "Está comprobado que este dinero fue enviado desde Chile, y no desde otras cuentas mantenidas en el extranjero", sostiene la resolución judicial. Desde esa misma cuenta y otra en Gibraltar (110.051.722) se enviaron 4,8 millones de dólares a cuentas de Pinochet en el Riggs y una de su secretario privado, Juan Mac-Lean.

Confluyen y se confunden ahí también "haberes de origen fiscal -gastos reservados- con otros de carácter personal, así como el uso de unos y otros" por parte de Pinochet y su hijo Marco Antonio, según señala el juez. A través de sociedades como Trilateral International Trading, en las Bahamas, y Eastview Finance, en las Islas Vírgenes Británicas, el ex dictador realiza nuevas transferencias. Abre el Fideicomiso de Santa Lucía en la islas Caimán con depósitos de 3,8 millones y los beneficiarios son su esposa y sus cinco hijos.

Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Santiago anuló los procesamientos por presunta malversación de fondos públicos contra la viuda e hijos del fallecido dictador chileno Augusto Pinochet. Alfonso Insunza, representante de la acusación particular, apeló para que la situación la resolviera definitivamente la Corte Suprema.

Pareciera que tanto en 1998 (cuando se lo detuvo a Pinochet en Londres), como ahora con sus familiares (esposa e hijos) y secuaces, la justicia se niega a castigar los repugnantes actos de latrocinio, malversación, estafa, fraude, desfalco y robo que el difunto dictador y sus esbirros cometieran a costa de la vida de miles de chilenos.





Alfredo Stroessner
Nació el 3 de noviembre de 1912. A los 39 años, En 1951, se afilió al Partido Colorado y fue nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Paraguayas. Stroessner destacó en el ejército. En 1947, participó en la revolución de los pynandí («pies descalzos» o «pobres»), una guerra civil que puso fin a la hegemonía de los gobiernos liberales, y colocó al Partido Colorado en el poder.

En 1954, fue ascendido a general de división, y en mayo del mismo año, encabezó un golpe de Estado, en el cual fue derrocado el presidente Federico Chaves, de su mismo partido. La Junta de Gobierno del Partido Colorado lo eligió candidato a presidente. El 11 de julio de 1954, fue elegido presidente sin oposición y el 15 de agosto, asumió la presidencia del Paraguay. Fue reelegido en ocho legislaturas, en elecciones fraudulentas, en las que era el único candidato: 1958, 1963, 1968, 1973, 1978, 1983 y en 1988.


la Dictadura (1954-1989) de Alfredo Stroessner inmediatamente suprimió las garantías constitucionales, prohibió los partidos políticos y ejerció una dura represión. Gobernó con el apoyo del Ejército y el Partido Colorado. En este último llevó a cabo una serie de purgas que le facilitaron su control, con el objetivo de mantenerse en el poder. El partido gubernamental se convirtió igualmente en un entramado dedicado al reparto de favores. La corrupción se extendió de esta manera en lo que se recuerda como «la trilogía»: Gobierno - Partido - Fuerzas Armadas.

Su régimen fue anticomunista y favorecía los intereses estadounidenses. Durante su gobierno, fue asesinado el ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle, a quien Stroessner dio refugio. Su sumisión a los intereses de los Estados Unidos continuó durante muchos años, hasta que el gobierno de Ronald Reagan comenzó a boicotear al régimen y al país (debido al fin de la Guerra Fría, en la cual la política estadounidense sostenía dictaduras militares represivas en América Latina), asímismo el caracter estatista en lo económico del gobierno de Stroessner. Sin embargo, siguió recibiendo dinero de ese país, cargándolo a la ya abultada deuda externa.

Alfredo Stroessner fue un dictador muy enérgico y autoritario, sin embargo, paulatinamente fue tolerando a los partidos de oposición, como el Partido Liberal Radical Auténtico. Durante su régimen fueron asesinadas entre 3000 y 4000 personas, debido a sus tácticas de mano dura contra la disidencia, empleando la tortura, el secuestro, asesinatos políticos y el crecimiento de la corrupción.
Stroessner mostró una gran simpatía por los nazis, garantizándoles asilo político a varios de ellos en el Paraguay, incluyendo al infame Dr. Josef Mengele, después de la Segunda Guerra Mundial. El acontecimiento de Mengele fue duramente criticado por los medios de comunicación internacionales. Además permitió la entrada de dictadores derrocados de otros países como Anastasio Somoza Debayle.
En la madrugada del 3 de febrero de 1989 el general Andrés Rodríguez Pedotti, con el respaldo de los Estados Unidos encabezó un Golpe de Estado, tomando prisionero a Stroessner por unos días hasta que fue enviado a un "exilio dorado" en Brasilia, capital del Brasil.
En 1992, Martín Almada, descubrió los Archivos del Terror, en el cual se demuestra que Paraguay, durante la dictadura de Stroessner, participó en la Operación Cóndor, un acuerdo militar anticomunista, con apoyo de las dictaduras militares de los otros países sudamericanos: Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, y Ecuador. (3)





(1) http://www.desaparecidos.org/arg/tort/ejercito/menendez/

(2) http://www.justiciaya.org/causas/genocidio.htm

(3) http://www.terrorfileonline.org/




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