lunes, 21 de agosto de 2023

INFERNO casi todo

 
 
                        El pibe pega carteles allá en la esquina, deja la casa y el sillón, se siente pueblo por primera vez. Pero un día lo secuestran. Entre ensoñaciones y vigilias, relata su tránsito aciago en ese no lugar de la dictadura, intenta sobrevivir en medio del horror que retumba allá afuera. No se entrega, resiste, busca cómo pintar, con qué colores, la vida que vence al desamparo. Es un desaparecido que emerge desde el fondo de la tragedia. El pibe exuda amor y penurias de una generación que soñó felicidades colectivas, expone preguntas y silencios. Late un corazón que no se rindió… 
     





 
 
 
 


@infernocasitodo

Luego de la Pandemia, en 2023, volvimos a hacer funciones itinerantes. Fue importantísima la ayuda y acompañamiento amoroso de la enorme actriz y directora Alicia Reilly en la asistencia de dirección, y en el aguante. Sin ella no hubiera retomado el proyecto.


Con mucha alegría comenzamos en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en Avenida Belgrano 673, en marzo. Luego en el Centro Educativo Isauro Arancibia, en Paseo Colón y San Juan, en abril. Seguimos por el Centro Cultural Puertas Abiertas, en Vicente López, en mayo. 
 
En junio, estuvimos en el Centro Cultural Vecinal de Saavedra, en Avenida Balbín 4221.
 
 
En agosto, fuimos a la Casa de la Memoria y Resistencia Jorge "Nono" Lizaso, en Vicente López. 
 
En Septiembre, comenzamos la presentación del ciclo: "Memoria Conurbana: 40 años de Democracia", dentro del Programa Gestionar Futuro, del Ministerio de Cultura de la Nación. El desafío era presentar un ciclo teatral en Espacios de Memoria. Donde hubo muerte, ahora hay vida, arte, llevamos teatro y memoria.
 

• En septiembre estuvimos en ex Pozo de Banfield (calle Siciliano y Vernet)

• En octubre, estuvimos en ex Pozo de Quilmes (calle Allison Bell y Garibaldi)

• Se completa en diciembre, en el ex C.C.D.T. y E. "El Infierno", en Avellaneda (12 de octubre 234)







Un día volví a EL INFIERNO.

En agosto 2018, de modo aleatorio, o no, descubrí que “el sitio” donde había estado detenido desaparecido (en 1976, a mis 16 años), era EL INFIERNO, centro clandestino de detención, tortura y exterminio en Avellaneda. Hasta ese momento, jamás me había cuestionado el lugar de mi secuestro, porque estuve encapuchado siempre, porque me faltaban datos para poder encontrarlo. Era un agujero negro de mi pasado.

Una mañana, frente a la compu, leyendo los diarios por internet, llego a un video en You Tube (https://youtu.be/y6Eqr4h-dgw), y cuando la cámara enfoca hacia arriba (minuto 6 más o menos) y muestra las rejas del patio, un enorme escalofrío me atravesó: “yo estuve ahí”. Tengo que ir…

Días después, me acerqué al sitio con mucha ansiedad, me presenté, hablé con el secretario de Derechos Humanos de Avellaneda, Claudio Yacoy… y él me propuso que escribiera una obra como testimonio y homenaje a tantas víctimas de la dictadura genocida. Y estrenar allí, en “El Infierno”.

Durante más de 40 años, el tema de mi secuestro, mi sobrevida y exilio habían quedado guardados en un cajón cerrado de la Memoria. Si bien nunca dejé de militar por los Derechos Humanos (en “Teatro Abierto 1985”, presentamos una obra referida al tema: “COMUNICADO Nº” con mi grupo de Lanús, en sindicatos y escuelas), y participé en las marchas, eventos y foros relacionados con el tema. “Mi caso personal” estaba en el freezer de mi consciencia. 




Fueron momentos arduos de búsqueda y creación junto a Sergio Lobo, en la dirección, para encontrar el modo y los colores de este relato, las imágenes y las emociones para contar el horror y la esperanza de sobrevivirlo. Salió un trabajo bello, pero áspero, lleno de emociones inclaudicables.


Ahora, la alegría de inscribir la obra terminada en ARGENTORES, de estrenarla en el mismo sitio donde sucedieron tan trágicos acontecimientos, de transitar este testimonio artístico, permiten atravesar el duelo personal y social, para poder aportar a la memoria colectiva.







daniel mancuso y sergio lobo




"INFERNO casi todo" es una ceremonia teatral sobre el amor en tiempos de muerte. La obra devela penurias de una generación que soñó felicidades colectivas, y se hunde en las aguas tristes que surcan las masacres de la historia popular.

“Un detenido desaparecido emerge desde el fondo de la tragedia”… Como sobreviviente de un campo de concentración de la dictadura, y como actor, sentí la necesidad estética y ética de homenajear a quienes fueron víctimas del terror, y recuperar la memoria para las nuevas generaciones.


EL INFIERNO: sábado 6-4



El sábado 6 de abril 2019, se estrenó “INFERNO casi todo”, en el Espacio Municipal para la Memoria Ex CCDTyE “El Infierno”, en calle 12 de Octubre 234, Avellaneda, con la presencia de nutrida concurrencia.

En abril, la marcha empezó en Avellaneda, luego, de aquí para allá, como los juglares, de calle en calle y de pueblo en pueblo. Como los cómicos de la legua, recorriendo los sitios olvidados, siempre de camino, con nuestro teatro itinerante, con la Memoria a cuestas...



otras funciones en 2019...

















    ▼ "El infierno" como lo llamaban durante la dictadura, fue un centro de detención ubicado en el corazón de Avellaneda. Claudio Yacoy secretario de DDHH nos introduce en la historia de este lugar...






Daniel
Mancuso




viernes, 25 de noviembre de 2022

HEBE, LA REVOLUCIÓN HECHA MADRE



 
 
¡"Transformemos el dolor en lucha"!
 
Se fue Hebe, la mejor de las nuestras, la más valiente, la que no calló nada, la que nos guía en esta selva oscura de la indignidad, la que alienta las banderas del amor y la solidaridad, a pesar de todo...
 
 

sábado, 5 de marzo de 2022

La VOLÁTIL YUGOSLAVIA

 
La guerra siempre ha sido una vergüenza indeleble que nos acompaña cual pecado original. Si sumamos saqueos y matanzas de inocentes, violaciones y odio planificado para la negación del enemigo como ser humano (devenido cosa a destruir), y analizamos la historia de aquí y de allá, develaremos el por qué de tanta atrocidad: Dinero, o quién se queda con la riqueza, con el poder. Esa gula insaciable transmuta en armas, conflictos, traiciones, egoismo, enajenación, muerte. Los límites se incineran porque el capitalismo es el infierno.
 
Ahora en 2022, frente al conflicto de Rusia con Ucrania, la OTAN envía armas a Ucrania, el FMI envía Préstamos a Ucrania, y todos los medios de desinformación occidentales bajo el influjo yanki cancelan la Cultura rusa, repudian a todo lo que representa la cultura rusa, y lxs deportistas y artistas rusxs son prohibidxs. La cultura de la Cancelación es un paso a la cultura de la desaparición del otrx, del diferente, del extraño. 
 
Peligrosamente, la actitud occidental frente al pueblo y la cultura rusa se acerca a las práticas del nazismo alemán del siglo XX. Para lxs "periodistas" y dirigentes políticxs europexs: No son lo mismo los refugiados ucranianos (rubixs, blancxs, ojos claros, europexs) que los refugiados africanxs o asiáticxs (negrxs, oscurxs, musulmanxs, pobres).
 
← La terrible imagen No es Ucrania 2022, es Belgrado bajo el bombardeo de la OTAN en 1999, durante 78 días sin parar. 
 
Durante 78 días la OTAN lanzó sobre Yugoslavia un total de: 2.300 misiles contra 990 objetivos. 14.000 bombas sobre el territorio yugoslavo. Sólo en la capital, Belgrado, cayeron 212 bombas. También fueron lanzadas "entre 10 y 15 toneladas de uranio empobrecido" que provocaron un desastre ambiental y la multiplicación por cinco de los casos de enfermedades oncológicas. Esos dos meses y medio de ataques aéreos incesantes, la OTAN cobró la vida de un niño cada día y nadie ha rendido cuentas por ello. 
 
El bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia de 1999, también conocido por su nombre en clave Operación Fuerza Aliada (en inglés, Operation Allied Force), fue una guerra no declarada entre la mayoría de países miembros de la OTAN y la República Federal de Yugoslavia, durante la Guerra de Kosovo. Los ataques tuvieron lugar desde el 24 de marzo hasta el 11 de junio de 1999. El bombardeo constituyó la segunda gran guerra de la OTAN desde su creación tras la Operación Fuerza Deliberada

Ahora nadie recuerda las atrocidades de la OTAN sobre la población civil en los Balcanes. Ahora todxs se horrorizan por la Guerra Rusia - Ucrania, pero No dicen nada de los constantes bombardeos de Israel sobre Gaza y el pueblo Palestino, ni los bombardeos de Arabia Saudita sobre Yemen, ni de la base de la OTAN en nuestras Islas Malvinas...
 

domingo, 9 de enero de 2022

WALSH: NUESTRO DÍA, TODOS LOS DÍAS


Empecemos el año con desafíos y aventuras y memorias. Intentemos su concreción, aunque sea en parte. Hagamos algo para salir de esta pandemia de capitalismo feroz ayudado por el virus inacabable. La mente fría y el barbijo caliente. 

¿Que pensaría Rodolfo de todo esto? ¿Escribiría otra "Carta Abierta a...", pero esta vez a los que se dicen peronistas pero gobiernan para las multinacionales agroexportadoras, las mineras, los laboratorios agrotóxicos, y entregan la Patagonia, el Río Paraná, el Mar Argentino, y reconocen la Deuda-Estafa que nos dejó Macri para que paguemos todos con hambre, desocupación y muerte por varias generaciones?
 

miércoles, 9 de junio de 2021

LOS FUSILADOS QUE VIVEN

 
 
 
 
Ese jueves los pibes y pibas del micro se acercaban felices a la Plaza de Mayo. Cantaban, se empujaban, reían. No sabían que pronto arderían en una pira genocida. No imaginaron que el cielo se pondría negro invadido por unos cobardes pájaros de fuego. Cuando el aire se puso espeso, el rumor asesino zumbó por todas partes. Empezaron a estallar las baldozas en un volcán de escombros al ritmo de una lluvia de plomo y odio concentrado. El miedo centrífugo corría entre gritos y llantos. Los pozos se llenaron de sangre y cuepos destrozados. El micro quedó herido en mitad de la calle, repleto de cadáveres. Los gualdapolvos blancos no volvieron a la escuela, ni a su casa. Nunca más abrazaron a sus madres. Nunca más cantaron el himno ni la oración a la bandera. No festejaron el día de las infancias. Escribas mercenarios arrancaron las páginas de los libros de historia. Una amnesia de diseño se extendió entre la gente. La masacre fue escondida debajo de la alfombra, y nadie supo jamás cómo se llamaban...
 
 
Si hay un corolario de toda la saga de violencia antipopular iniciada en 1955 por la oligarquía y los militares golpistas, es que fallaron en su objetivo de matar al Peronismo. 
 
Querían detener el avance del movimiento nacional, y aprovechando errores propios del gobierno popular, pusieron mucho esfuerzo es hacer desaparecer toda resistencia a los planes del imperio para nuestra nación (a través de la oligarquía, el establishment), para doblegarla, dependiente y subordinada, en la división internacional del trabajo, impuesta por el capitalismo global...
 

jueves, 20 de mayo de 2021

DESILUSIONES

 
 
 
 
 
 
En el reino del revés, reina la confusión y el desánimo. Inundados de dispositivos electrónicos que nos dicen cómo pensar, qué sentir, a quiénes odiar, distraídos por la inundación de noticias falsas, vivimos recluídos en nuestro individualismo consumista, vigilados por la big data, perdidos en el placer onanista de la pantallita y las redes sociales alusinógenas.
 
En Argentina, en 2019 habíamos creído que al vencer a Macri y sus secuaces, volvería la paz, pero nos equivocamos. Llegó la pandemia y los neoliberales devinieron en derecha rabiosa, golpista, genocida. Siempro fueron eso y más, pero a veces unx se olvida. En 1955, Bombardearon la Plaza de Mayo sobre la población civil. En 1976, institucionalizaron la tortura, secuestro, desaparición y exterminio de cualquiera. Pero la irrupción de la democracia en 1983 nos hizo creer que algo cambiaba. Otra desilusión...

viernes, 7 de mayo de 2021

EVITA CUMPLE 102 AÑOS





Hoy más que nunca te necesitamos. 

Hoy, tu pasión, tu energía, tu bronca, son el combustible necesario para no morirnos con el frío neoliberal que nos ataca, nos enferma y nos mata... 

Ay, Evita, los enemigos de la patria nos engañaron con la Revolución de la Alegría, y son tan crueles como los de la Revolución Fusiladora...
 

sábado, 24 de abril de 2021

LA CELEBRACIÓN DE MARIO NO ES PA CUALQUIERA

 
  
  A veces, el celular arde. Esto de la tecnología y la distancia, de no verse las caras y sólo escribir tus ideas en un grupo con otras personas se ha extendido pero tiene sus problemas. A partir de poner una poesía de Mario Benedetti en una conversa de guasap se armó flor de quilombo. Es que murió un ministro, Mario Meoni, en un accidente de tránsito. La poesía era para él...
 

lunes, 19 de abril de 2021

Y TODxS MIRAMOS ASOMBRADxS

 

 
    Y un día apareció el bicho. La irrupción de la Covid 19 nos cambió la vida dramáticamente. Hay una inmensa mayoría silenciosa. Hay una intensa presencia de terraplanistas y libertarios, odiadores, gorilas desaforados, estúpidos. Todo un poco más exacerbado. Para algunxs el 2020 fue un redescubrimiento de actos sencillos: leer, mirar la tele, escuchar la radio... y para muchos la angustia de salir a la calle a buscar qué comer...
     

miércoles, 7 de octubre de 2020

NO LLORES POR MÍ, VENEZUELA



«La coherencia es una herramienta política muy poderosa»
Alicia Castro.

Lamentablemente, el gobierno de Alberto Fernández vuelve a faltar a su compromiso con sus votantes. Hay una ruptura paulatina del contrato electoral. ¿Cada vez se parece más al gobierno de Macri?, o en todo caso, se gestiona la crisis en una democracia chueca que hace lo que puede dentro de un capitalismo prolijo que aprieta las clavijas a un gobierno que retrocede. La derecha no afloja. La oligarquía es voraz...
 

domingo, 21 de julio de 2019

DOMINGO CAVALLO






Sin duda, es uno de los hijos de mierda más grandes de la historía política y económica de la Argentina. Pero no el único, lamentablemente. Lo más grave es su impunidad. A través de los años se ha burlado de la "justicia", es decir, de todos nosotres.

Ideólogo de la destrucción de la industria nacional, socializador de la deuda externa privada, inventor de la convertibilidad y el corralito. Empleado y socio de los genocidas, los vendepatria, cipayos y plutócratas...
 

jueves, 15 de noviembre de 2018

PUERTAS Y CERROJOS









El viento no sopla en el patio del infierno. Ni una simple brisa. No vuela una mosca. Sólo zumba la picana que no descanza. Se para el mundo cuando te ponen una capucha en la cabeza. La noche no tiene fin.  La radio suena... hombres trabajando.

El miedo va y viene como el cerrojo. Con él. Se cierra, se abre. El portón metálico está lejos, entre la atrocidad y nosotres. Carraspea el monstruo que vuelve. Chilla, anuncia nuevas agonías. Desafina un quejido oxidado. El ruido macabro perfora el silencio. Primero temblamos, despues, el terror nos paraliza, los pulmones se detienen, aunque el corazón galopa, el sonido de mi angustia no me deja escuchar quién se acerca. La película se pone en Pausa: prefigurando "Bullet time" antes que las Hermanas Wachowski imaginaran Matrix. Alerta rojo.

El patio tiembla. ¿viene por mí? La zozobra crece con los pasos del verdugo, los murmullos inaudibles, los gemidos sordos, los cuerpos aterrados. Las puertas de los calabozos esperan su turno. La voz del guardia atraviesa la capucha, raspa en medio del insomnio, congela las tripas. Te agarran del brazo, te arrancan del refugio, te llevan a pasear o a morir.

Los relojes se quebraron. No hay días ni noches, solo una lamparita en cada ladrillo de vidrio amarillo sobre la puerta del encierro, que nos pierde. La única salida es el sueño, pero no es fácil encontrarlo, se escapa, huye el muy turro. Pero si lo atrapo, me voy a la vida, al sol que se apagó con mi secuestro. Y si no, canto para adentro...

sol / ese sol / dónde está dónde va / si se pierde / qué colores habrá... / veo a través del grueso muro / ese sol al que espero / creo que vendrá / pero yo... / no espero más... 

Ya no, no me duele nada, lloro en silencio, pienso en mi vieja y lloro. No tengo cuerpo. Soy una mente que vuela. No sé si tengo miedo o estoy resignado. Es un limbo indefinido que me sostiene sin penurias gnoseológicas. A veces rezo el padre nuestro, aunque sé que no existe.

Un día empezamos a hablar de comidas con la flaca que comparte estancia conmigo, me enseñó a hacer torrejas, mientras saboreábamos la leche, el pan y el huevo batido... qué panzada nos dimos, carajo. Fue una brevísima felicidad.

Sorpresa... se abre la puerta, de golpe. No sé si duermo o estoy vivo, una fuerte claridad me arde entre la trama de la arpillera. Tengo hambre. ¿será el almuerzo o la cena? Qué rico está el mate cocido; el pedazo de pan es una delicia. Este mozo es más bueno que el de ayer, parece, me regala otra vuelta, gratis. Es un alivio, cuando comemos no nos submarinan, ni nos gatillan en la cabeza, estamos a salvo por quién sabe cuánto... pero, algo es algo.

Hasta que todo se apaga. Una breve pausa... un estruendo. Empieza la tormenta de puteadas y clamores dolientes. La radio a todo volumen juega a la cinchada con los gritos. Truenan ayes sangrientos. Nadie duerme otra vez...



    * las fotos y video son del Espacio Municipal para La Memoria ex CCDTyE "El Infierno"
       calle 12 de Octubre 234, Avellaneda noviembre 2018







Daniel
Mancuso

domingo, 30 de septiembre de 2018

EL INFIERNO ESTÁ AQUÍ




Recientemente, confirmé que estuve secuestrado en «El Infierno», en la calle 12 de Octubre, de Avellaneda, entre agosto y septiembre de 1976.

Hace años, tuve una charla con Maco Somigliana, del EAAF, y tuve las primeras pistas del chupadero donde me desaparecieron. Ahora, ya no hay dudas.

Tenía 16 años, estudiaba en la ENET nº 1 de Lavallol. Me había denunciado el director Domínguez, porque a pesar de ser el mejor promedio de la escuela, era delegado y reclamaba el boleto estudiantil.

Una patota me levantó en la calle Coronel Beltrán, de Remedios de Escalada, apenas me había bajado del 51 (Expreso Cañuelas), cuando iba a mi casa, al mediodía, a la vuelta de la escuela... Milagrosamente, zafé de la muerte segura. Después, las pirañas asesinas arrasaron y vaciaron mi casa, varias veces durante 1976, 77, 78...







Era una chica flaquita. Un metro setenta, más o menos. Creo, nunca estuvimos de pie en ese lugar. Era difícil, y no nos animábamos. Lo normal era estar tirados, incómodos, ateridos. Me dijo cómo se llamaba pero no me acuerdo. Era de ezeiza, eso sí, y trabajaba en una fábrica. Pero su cara no, no puedo dibujarla en mi mente. La recuerdo así: flaca y asustada, como yo.

Los primeros días casi no hablábamos. Yo desconfiaba de ella y viceversa. ¿Y si es una espía que metieron acá para ver mi comportamiento? ¿para tirarme de la lengua? Pero al pasar el tiempo se hizo improbable la teoría conspirativa y los dos aflojamos, aunque ninguno bajó la guardia. Ella fue más peligrosa: un día tuvo ganas de orinar y me pidió que no mirara, que me diera vuelta. ¿Adónde vas a hacer pis?, le susurré. Acá, no aguanto más. Pero nos vamos a mojar. No me importa, date vuelta o llamo al guardia, amenazó. Y lo hizo. Un gran charco cálido siguiendo las imperfecciones y los declives del piso de cemento iba del fondo hacia la puerta de chapa. Esa noche dormimos bastante mal, de costado, esquivando el pis como pudimos, porque estábamos con las manos atadas a la espalda (yo con mi corbata del colegio, la que llevaba el día que me levantaron) y encapuchados...

No había mucha luz, nunca. Sólo una lamparita del lado de afuera sobre la puerta, encendida día y noche, siempre. La luz pobre que atravezaba débilmente un ladrillo cuadrado, de vidrio traslúcido amarillo, hacía que no supiéramos si era de día o de noche, si era jueves o domingo. Sólo se veía ese maldito cuadrado amarillo que despistaba, que iluminaba poco poco casi nada. O sea que, pronto perdimos la noción de tiempo y espacio. A veces, el silbato de un tren cercano se escuchaba, cada tanto.

¿Dónde estábamos? Ese calabozo de dos metros por uno podría haber sido un bañito pero era nuestra mazmorra y también nuestro refugio. Tenía miedo que me sacaran de allí, porque las veces que salí me llevaron descalzo a una pieza húmeda, con arena en el piso frío, como si estuviera en construcción, con una radio a todo volumen, y desnudo sobre una malla metalica, una especie de elástico de cama vieja, donde me ataron con alambre las muñecas y los tobillos, me hacían cordiales preguntas. Había un tipo "bueno" que me hablaba bajito porque trataba de ayudarme si yo colaboraba, y uno jodido que quería perjudicarme y me gritaba: no, no, noooo... y muy entusiasmado me tapaba la cabeza con una bolsa de plástico. No había COTO, en ese momento, ni Carrefour, tampoco… ¿de dónde sería la bolsa?, y luego una almohada sobre mi rostro, de modo que cuando respiraba se me metía en la boca y me ahogaba. Había algunos más, seguro, pero no los veía, los sentía cerca, sus risas y sus voces, su respiración agitada y su empeño por ser eficientes.

Un día fuimos muchxs. Fue después de esa tormenta grande, cuando de madrugada (supongo que era madrugada), trajeron a cuatro o cinco personas más, mojadas y temerosas. Era agosto o septiembre, era Santa Rosa. Estábamos todxs amuchados, silenciosos, nadie dijo nada, respiraciones agitadas, miedo. Pánico total. Luego de unas horas los vinieron a buscar. Volvimos a quedarnos solos, la flaquita y yo. Volvimos a sentir cierto alivio cuando escuchamos el cerrojo del portón metálico que se cerraba. Algo de paz por otro rato. Algo es algo en esas circunstancias. Una pequeñísima tregua hasta el próximo pico de terror, hasta el próximo cerrojo y la pregunta fatal: ¿ahora me toca a mí?

Y un día se la llevaron. ¿Cómo se llamaba? No volví a verla, ni siquiera cuando aquel domingo nos juntaron a todos en ese patiecito con rejas entre el sol y nosotrxs, adonde daban todos los calabozos. Nos dejaron estar sin capuchas unos minutos. El guardia me dio otro mate cocido y pude meterme en la celda de al lado y ví a una llaga tirada que me sonreía contenedora, cordial. ¿Qué hacés? me dijo. Yo solo sonreí, quizá intentando animarle, curarle las heridas incurables. Pero la flaquita no estaba.

Fuimos muertos sin túnel ni luz blanca al final, vimos la muerte ajena ahogada en llantos apagados por una trompada inesperada. Rehenes de verdugos sin rostro, sólo vi sus zapatos, por debajo de la capucha transpirada de espanto. Aunque, recuerdo... un anillo de oro con un brillante, en una mano criminal que me señalaba. Era un mano de mando, sin duda, seguramente la mano que se llevó a la flaquita...






Espacio Municipal para La Memoria Ex CCDTyE "El Infierno"



En la sede de la Brigada de Investigaciones de Lanús (BIL), situada en la calle 12 de Octubre 234, a dos cuadras de la Av. Mitre al 1100, funcionaba durante la última dictadura cívico militar el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) “El Infierno”.

Estaba a cargo de la Dirección General de Investigaciones de la Policía de la Pcia. de Buenos Aires, que entonces dirigía el ex Comisario Miguel Etchecolatz, finalmente condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad.

Bruno Trevisán y Jorge Rómulo Ferranti, exjefe y exsubjefe de la Brigada de Investigaciones de Lanús, fueron juzgados por los  delitos de extorsión, privación ilegal de la libertad y aplicación de torturas.

La mayor parte de los detenidos desaparecidos vistos en el CCDTyE eran trabajadores, militantes y delegados gremiales de las empresas Mercedes Benz, Tamet, la Fábrica de Cerámicas, estatales y Saiar.

Al cumplirse el 40º Aniversario del Golpe de Estado Cívico-Militar del 76, el intendente de Avellaneda, Ing. Jorge Ferraresi, inauguró en ese lugar el “Espacio Municipal de la Memoria y Promoción de Derechos Humanos de Avellaneda Ex CCDTyE “El Infierno”: un sitio para la memoria, la cultura y la educación en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado, que reafirma el compromiso de nuestra ciudad con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, con el firme propósito que NUNCA MÁS pueda repetirse tanto terror organizado.




CTA de los Trabajadores: 
Transformamos en ex el (CCDTyE) “El Infierno”

El 23 de marzo de 2016, finalmente luego de 6 años de nuestra gestión y de más de 20 años de gestiones anteriores, sumado a los esfuerzos de organizaciones políticas, sociales y defensoras de los Derechos Humanos, se logró desafectar la Dirección Departamental de Inteligencia de la policía bonaerense (DDI – Lomas) que funcionaba en la calle 12 de Octubre Nº 234, en el centro de Avellaneda, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) “El Infierno”, durante la dictadura genocida.

En ese lugar inauguraremos el “Espacio Municipal de la Memoria y Promoción de Derechos Humanos de Avellaneda” (ex El Infierno)

Esto fue posible gracias a la decisión política del Intendente Ing. Jorge Ferraresi, ya que para el traslado debió construir un nuevo edificio para esa dependencia policial a un costo aproximado de $12.000.000,- financiado con fondos propios en la calle Venezuela y Onsari.

“El Infierno” fue denominado así por el propio jefe de la Policía bonaerense Ramón Camps durante la dictadura. Desde 1976 hasta 1978, funcionó como centro clandestino en la Brigada de Investigaciones dependiente de la Dirección General de Investigaciones de la Policía de la Pcia. de Buenos Aires, que entonces dirigía el ex Comisario Miguel Etchecolatz. Se estima que pasaron alrededor de 330 personas, entre ellos militantes y delegados gremiales de las empresas Mercedes Benz, Tamet, la Fábrica de Cerámicas, estatales y Saiar. La mayoría continúan desaparecidos.







Sector 134 del Cementerio de Avellaneda





El Cementerio Municipal de Avellaneda, ubicado en Agüero 4040, entre las calles Oyuela y San Lorenzo, fue habilitado en 1876. Para entonces, la zona era un descampado alejado del casco urbano. Con los años se fue agrandando hasta alcanzar las 17 hectáreas que ocupa en la actualidad. Para el año 1976, la zona ya no sería un descampado y el cementerio comenzaría a ser un engranaje del aparato del terrorismo de Estado del denominado Circuito Camps. El lugar fue utilizado para ocultar los cuerpos de los detenidos desaparecidos asesinados en diferentes centros clandestinos y en fusilamientos, disfrazados de enfrentamientos, que se realizaban en distintos lugares del conurbano.

En los primeros meses de 1976 y por orden del intendente de facto de entonces Néstor Sarobe, quien luego fue reemplazado por el coronel Marcelo D´elía, se construyó un muro de tres metros de alto y unos 30 de largo entre el paredón de la calle Oyuela y el cementerio con el objetivo de aislar al sector donde funcionaba la morgue y que no quedara al descubierto las cosas que allí sucederían. El sector se denominó con el número 134. Se colocó un portón que permitía evitar la entrada principal y tener una entrada independiente sobre la misma calle Oyuela. Este sector del cementerio lindaba con los monoblock de Villa Corina, un complejo de viviendas sociales construido en 1974, que albergaba a familias de trabajadores.

El director del cementerio era Alberto Benegas. Ocupó el cargo desde el 5 de mayo de 1976 hasta el 31 de julio de 1978 cuando fue reemplazado por Alfredo Yavico. Las llaves del sector 134-Morgue fueron entregadas al personal de la comisaría 4° de Sarandí y de la Unidad Regional II Brigada de Investigaciones de Lanús con sede en la calle 12 de Octubre 234 de Avellaneda, donde ya funcionaba el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “El Infierno”.

Con el área, de unos 300 metros cuadrados, aislada y lindera a la morgue, se comenzó la tarea de ocultamiento de las víctimas durante los primeros meses de 1976. Los empleados del cementerio recibían la orden de cavar fosas de 2 metros de ancho, 4 de largo y dos de profundidad que se denominan vaqueras. Las vaqueras eran fosas comunes que eran cavadas durante el día. Según declaraciones de personal del cementerio de Avellaneda, entre 1976 y 1978, las vaqueras se realizaban cada 20 o 25 días. Por la madrugada, camiones policiales y del ejército traían los cuerpos que iban a parar a las vaqueras. Los vehículos entraban de culata por la calle Oyuela.

Para realizar este proceso, tanto el Cementerio como la zona de Villa Corina fueron militarizadas. De noche, cuando se hacían los traslados, los vecinos debían apagar las luces, de lo contrario los militares disparaban contra los edificios. “Había desplazamientos del ejército, de la policía por el barrio controlando las calles Agüero, Centenario Uruguayo, y calles internas de los monoblock. Veíamos operativos, escuchábamos tiros y comenzaban, a los pocos meses del golpe, a entrar camiones dentro del sector de la morgue del Cementerio. Nosotros un par de veces lo pudimos ver”, afirmó en una entrevista Francisco Peralta, vecino de la zona y ex director del cementerio ya en democracia.

En los libros del cementerio quedaron registrados los ingresos de los cuerpos NN, casi todos ellos fusilados en simulacros de enfrentamientos. El procedimiento consistía en sacar de los centros clandestinos de detención del circuito Camps a grupos de detenidos desaparecidos con la excusa de trasladarlos. Ya en la calle, se buscaban lugares más o menos alejados de grandes concentraciones urbanas, se los bajaba de los vehículos en los que eran trasladados y se los asesinaba a balazos. Luego eran ingresados como NN al cementerio y el primer cuerpo del ejército emitía un comunicado donde se daba cuenta del enfrentamiento y la cantidad de “subversivos abatidos” y era publicado sin modificaciones por los medios de comunicación de la época.

Un trabajador municipal que solicitó que no se publicara su nombre contó que muchas veces se escuchaban los quejidos de los fusilados que luego se desangraban en la morgue. “De alguna manera me siento cómplice por no haber hecho nada, pero que podía hacer yo con lo que estaban haciendo, incluso mucho tiempo sentí que me seguían, no sé si lo hacían realmente o era la culpa”, afirmó en una entrevista para este informe.

En 1984, nació el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para investigar los restos humanos que comenzaron a descubrirse en los diferentes cementerios del país y que se suponía pertenecían a los ciudadanos detenidos desaparecidos. El EAAF es una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que desde entonces se dedica a la búsqueda e identificación de los cuerpos sin nombre encontrados como resultado del terrorismo de Estado. Se formó como consecuencia de que la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y la organización de las Abuelas de Plaza de Mayo solicitaron la asistencia de Eric Stover, director del Programa de Ciencia y Derechos Humanos de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.

La investigación del EAAF determinó tras el trabajo de exhumación que los destinos de las víctimas del terrorismo de Estado fueron esencialmente tres: enterramientos clandestinos como NN en cementerios municipales; enterramientos clandestinos en Centros Clandestinos de Detención o áreas militares y el arrojarlos al Río de la Plata.

El EAAF comenzó en octubre de 1986 a trabajar en el sector 134 del Cementerio de Avellaneda por orden de la justicia para buscar los restos de Rafael Perrota, director del Diario El Cronista Comercial, quien fue secuestrado en la Ciudad de Buenos Aires en julio de 1977. Se trabajo en un área de 2 metros cuadrados. Allí no se encontró el cuerpo de Perrota, pero sí los de otras 11 personas. Lo que se creía era una fosa individual resultó ser una fosa colectiva. Los esqueletos no tenían ropa, no se hallaron restos de cajones, los cadáveres estaban a pocos centímetros de distancia, además, se encontraron 13 proyectiles.

Entre los 11 cadáveres encontrados inicialmente se logró identificar a María Mercedes Hourquebie de Francese, quien tenía 77 años al momento de su secuestro realizado en La Plata el 3 de noviembre de 1977. Fue vista por una detenida desaparecida en el CCD denominado La Cacha y ubicado en ciudad de La Plata.

El EAAF retoma su trabajo en el sector 134 del cementerio Municipal de Avellaneda en junio de 1987. Esta vez por orden judicial, se busca el cuerpo de María Teresa Cerviño. La búsqueda comprende la totalidad del sector 134, alrededor de 300 metros cuadrados. Los trabajos de excavación duran hasta 1992. Los resultados fueron el hallazgo de la fosa común más grande de las halladas hasta el momento.

Se encontraron en total restos de 336 personas (59 mujeres). La mayoría menores de 35 años y con disparos en la cabeza. Los cuerpos estaban distribuidos en 19 vaqueras y 18 fosas individuales del sector 134.

Tras años de trabajos de investigación que continúan hasta la fecha, el EAAF pudo reconocer alrededor de 140 cuerpos de víctimas de la dictadura militar enterrados clandestinamente en la necrópolis de Avellaneda. La gran mayoría de las víctimas reconocidas encontradas habían pasado por los Centros Clandestinos de Detención El Vesubio, Brigada Güemes y el Pozo de Banfield, que dependían del Regimiento III de La Tablada. El Sector 134 fue declarado sitio de memoria por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.






MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

Por iniciativa de FEDEFAM (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos) el 30 de agosto se conmemora el Día Internacional del Detenido Desaparecido.

Esta fecha constituye un aporte al fortalecimiento de la conciencia mundial sobre la persistencia de la práctica de la desaparición forzada de personas -catalogado como crimen de lesa humanidad por la OEA y la ONU. Se inscribe, asimismo, en el trabajo que los organismos de derechos humanos realizan para influir en las políticas publicas nacionales e internacionales con el objetivo de prevenir toda forma de autoritarismo y consolidar la vigencia de los derechos y libertades.





En el marco del Encuentro Provincial por los DDHH, en Avellaneda , Claudio Yacoy, secretario de Derechos Humanos del municipio de Avellaneda, presenta el Espacio Municipal para la Memoria ex-CCDTyE "EL INFIERNO" a lxs mas de 200 participantes del encuentro que propicia la conformación de la RED PROVINCIAL POR LOS DDHH.



El 23 de marzo de 2016, se logró desafectar la Dirección Departamental de Inteligencia de la policía bonaerense (DDI – Lomas) en pleno centro de Avellaneda, 12 de Octubre 234.

En ese espacio funcionó el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) “El Infierno” durante la dictadura genocida, y el gobierno municipal actual lo transformó en el “Espacio Municipal de la Memoria y Promoción de Derechos Humanos de Avellaneda” (ex El Infierno).



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